lunes, 16 de marzo de 2015

Autorretrato (I)

Soy la bala en la recámara que usas para matarte por la espalda.
Soy la espada que te atraviesa cuando no vienen las musas.
Soy el aire que te dejas cuando te quedas en el intento.
Soy el último aliento cuando no te quedan fuerzas.
Soy la pupila que dilatas cuando te sorprende la rutina.
Soy la lágrima que nunca soltaste, aunque dolieran las heridas.
Soy el verso que se quedó postrado en la punta de la pluma.
Soy la rabia que poco a poco se acumula en el pecho.
Soy la nota que jamás te atreviste a rasgar.
Soy el amor que nunca te atreviste a recibir, ni mucho menos a dar.
Soy la mala del cuento, el lobo con dientes de cordero, la Caperucita que se atrevió a cruzar el lindero (y así acabó)
Soy los sueños que tuviste y que deseabas cumplir.
Soy la cobardía y el miedo que te los impidió alcanzar.

Soy todo lo tuyo, si vivo por tí. Soy todo lo tuyo, solo si hablo de mí.





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