domingo, 19 de junio de 2016

Publicando borradores que escribí hace mucho. Y no sé por qué no los publiqué

De género satírico, burlón y grotesco, con la mentira y el amor como tema principal. El hilo conductor, el tiempo y el cariño. El recuerdo de una amistad llevada a la mentira del enamoramiento.

Como si fuéramos protagonistas de dos historias totalmente distintas, sufríamos el uno por culpa del otro, pero solos. Compartir nunca fue lo nuestro, ni siquiera el tiempo. Porque si se comparte, se hace de buena gana, si no, se desperdicia. El día a día se hacía cada vez más tortuoso: uno por no querer que pasaran los días: junto al otro. El otro por no querer que pasaran los días, pero para que no se acabara nunca. Mismo problema distintas causas, nunca fuimos de tener cosas en común. Yo siempre tuve el ritmo y las ganas, tú siempre tuviste el 10% y dando gracias. Pero todo valía porque no había normas. Y no me arrepiento nada de ser la parte trágica de tu comedia, pero he aprendido a que no se puede vivir en la anarquía y mucho menos en el tema del amor.

Me he prometido a lo largo de este año que pasaría página, de hecho muchas veces he estado convencida de que lo había hecho. Pero los sentimientos son caprichosos, y no se destruyen: se transforman. Y todo lo bonito que un día sentí, hoy solo es rabia y veneno que necesito escupir de vez en cuando para cuidarme. No necesito pasar página. Necesito arrancarla.


Autoconvencimiento.

Caminar por la cuerda floja, notar el vértigo.
Recorrer el tiempo sin sentir que lo estoy perdiendo.
Sabiendo que me necesito, hoy más que nunca.
Corriendo sin mirar más atrás que mi propia nuca.


Acuna mis sentidos, inhalo el aire que respiro
Lento. En un suspiro. Todo comienza a tener sentido.
Me he emergido en mis pensamientos,
buceo en mis recuerdos y los buenos no los encuentro,
pero pienso que acordarse no merece la pena,
regocijarse en algo o alguien que no vale una moneda


Acelera el paso, las calles se quedan vacías.
cada fracaso me sabe como una jarra de agua fría,
y me recuerda que nunca en la vida hay que parar,
y que si paras que solo sea para tomar aire y continuar.









(PD: ¿Algún día me dedicaré a rapear?)