jueves, 16 de abril de 2015

Yo en Madisson y tú en ninguna parte

Cuando piensas que todos tus mares están en calma, que las cosas no pueden ir a peor, cuando crees que puedes coger una bocanada de aire sin ahogarte...
De repente implosionan los sentimientos que creíamos que estaban profundamente enterrados y salen a la realidad de una manera tan fuerte como la pared con la que se encuentran.
¿Esto de qué ahora? Porque supongo que el que la hace la paga, que esto es una deuda que se tiene pendiente y el karma o lo que sea que haya te lo cobra.
Y se te pone todo patas arriba. Otra vez. La misma historia se repite por tu parte, pero por la otra es como las pantallas de un videojuego que se van complicando a medida que vas avanzando.
Se te pasan por la cabeza tantos ojalas... "ojalá todo fuera como antes", "ojalá no hubiera sido tan injusta" pero sobre todo el "ojalá esto no hubiera vuelto nunca"
Porque es como un boomerang, que lo tiras, parece que no va a volver, te das la vuelta y te da en todo el cogote y encima con fuerza.
Y no se. Tal vez sea el tren. O que simplemente a una le gusta meterse en estas cosas.
Pero yo es que, sin amor no puedo.
Pero sin mi, bastante menos


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