lunes, 20 de abril de 2015

Las cosas que no pueden ser son todas las que he sido yo

La noche que descubrí que podía romperse, sus ojos estaban ennegrecidos por unas ojeras no correspondidas y su maquillaje se corría a la vez que las lágrimas lo hacían por sus mejillas. Sus labios no paraban de quebrarse y su mirada no enfocaba ni un solo atisbo de esperanza. El pelo cubría su cara cuando intentaba esconderse de la realidad, y sus manos no dejaban de temblar, producto de la desesperación. Solo me pedía que la despertara, que la dijese que todo era un mal sueño del que yo jamás pude despertarla.
En ese momento supe que, hasta las personas que creemos irrompibles puede destrozarse en un solo segundo. Esa noche descubrí que ella también puede romperse, como yo tantas veces he hecho.


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