lunes, 16 de marzo de 2015

De sueños vivía esta mujer.

Ojalá te tumbes en mi pecho como si fuese arena,
que busques la brisa marina tras las nubes de mi pelo,
que mires el atardecer rojo a través de mis pupilas.

Ojalá pasees por mi espalda como si fuese un camino,
que huelas a bosque, a almizcle y a lavanda en mi perfume,
que encuentres un río entre mis piernas.

Ojalá escales por mis costillas como si fuese una montaña,
que derritas el hielo que se acumula en los hoyuelos,
que encuentres entre mis brazos el refugio del frío...

Que ojalá no conocieras tanto mundo, y te bastara tan solo conmigo.





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